Ya es verano y muchos de nosotros anhelamos sacar nuestras cámaras, ir en busca de mariposas y captar imágenes que podamos luego compartir con nuestros colegas lepidopterólogos. Sin considerarme un fotógrafo experto, sin duda me encanta fotografiar mariposas y otros insectos. Con el tiempo me he dado cuenta de que muchos de los trucos que he dado por sentados para acercarme a las mariposas resultan ajenos a muchos naturalistas, sobre todos los novatos. Después de intercambiar con amigos y colegas algunos consejos sobre cómo aproximarse a las mariposas y tomar mejores fotografías, y verlos regresar con resultados óptimos y de una mayor cantidad de especies de las que solían encontrar, creo que compartir algunas recomendaciones resultará de utilidad.
Los siguientes son mis diez pasos para tomar mejores fotografías de mariposas. Ten en cuenta que estas sugerencias se aplican a cualquier tipo de cámara, desde un teléfono inteligente hasta una cámara réflex digital profesional con lente macro. Recuerda: ¡no siempre se trata de la cámara!
- Toma una primera fotografía de la mariposa, incluso si estás lejos. En caso de que vuele y se aleje al tú acercarte, cuando menos con esa primera imagen tendrás buenas posibilidades de identificarla después e incluso hacer un acercamiento digital para enviar a eButterfly.
- Si la mariposa emprende el vuelo, no la persigas; espera a que vuelva a pararse. Lo más probable es que acabe posándose justo en el mismo punto donde estaba, o bastante cerca. La mayoría de las mariposas son territoriales y tú has invadido su territorio. Por lo general, muy pronto se dan cuenta de que este enorme mamífero no está asustado y no se irá a ningún lado, así que simplemente retomarán su actividad a una distancia segura. Los hespéridos (Hesperiidae), también conocidos como mariposas saltarinas, son notoriamente territoriales y te zumbarán con un aleteo muy rápido, pero al cabo de unos segundos ¡se pararán exactamente en la misma ramita!
- Para acercarte a una mariposa, deberás hacerlo lentamente, un paso a la vez, y siempre que sea posible por atrás.
- A medida que te acercas a la mariposa, hazte chiquito y toma otra fotografía, por si acaso. Yo frecuentemente termino hincándome o hasta tirado de panza.
- Nunca le hagas sombra a una mariposa: lo más seguro es que salga volando.
- Trata siempre de ubicarte en una posición perpendicular a tu objetivo. Así, asegurarás que su cuerpo completo esté enfocado cuando dispares la cámara.
- Siempre que puedas, recárgate en algo que te mantenga estable para fotografiar mariposas posadas en tu mano. Otra opción es colgar la correa de la cámara del cuello y enrollarla en tu muñeca, estirando el brazo para generar tensión y reducir, así, las vibraciones usualmente causadas por el temblor de manos y brazos. Aguantar la respiración cuando tomes fotos también puede ayudar.
- Toma tantas fotografías como puedas. Con las cámaras digitales, ¡hacerlo no cuesta nada!
- Para aquellas personas que pueden controlar la apertura y velocidad de disparo de su cámara, prueben con la menor apertura (el número más alto en el disco) y la velocidad de obturación más rápida para lograr captar la mayor profundidad de campo posible. Siempre disparo a f8 o más y con una velocidad mínima de 1/200. Las cámaras modernas tienen una capacidad ISO asombrosa, lo que permite aumentar la velocidad del obturador en condiciones de menos luz sin crear ruido excesivo en tu imagen.
- ¡Sal y practica! Y, por supuesto, agrega tus listas de control a eButterfly.